Dedicados al granallado de metales en Valencia, nos encontramos en ocasiones con algunos problemas en los coches que son algo más complejos de reparar. Es por eso por lo que solemos insistir a nuestros clientes en que la carrocería de su coche requiere también de un cierto mantenimiento. Lo cierto es que todos los coches están expuestos a muchos riesgos pero queríamos aprovechar esta oportunidad para hablarte de la corrosión de la chapa, un problema demasiado frecuente.

La corrosión de la carrocería se produce, como seguramente sabes,  cuando el metal de la carrocería queda expuesto directamente al oxígeno del aire porque, por alguna razón, ha perdido la protección de la pintura y los barnices que la cubren. La chapa metálica, al contacto con el aire empieza a oxidarse y ese óxido va ganando terreno y rápidamente puede pasar de ser un pequeño picotazo a convertirse en una gran mancha y requerir a nuestros profesionales expertos en el decapado y granallado de metales en Valencia.

Al desaparecer la pintura, el agua de la lluvia puede acelerar el proceso de corrosión. La humedad ambiental puede tener también un efecto mucho más perjudicial todavía, porque esas gotas pequeñas se infiltran por todas partes y permanecen presentes durante mucho más tiempo. Es frecuente que esto ocurra en las zonas de costa si el coche no duerme en un garaje.

También el barro puede servir para mantener la humedad en las zonas de la chapa sin pintura acelerando así el proceso de oxidación. La sal también contribuye  acelerar el proceso de oxidación, por eso te recomendamos que laves bien el coche después de conducir por carreteras nevadas. Recuerda que se emplea sal para fundir la nieve de las carreteras.

Si ves que tu coche tiene algunos puntos de óxido en la carrocería tráelo cuanto antes a Decamer Decapados y Granallados S.L.