En anteriores artículos de este blog nos hemos referido a las múltiples ventajas de los procesos de granallados de metales en Valencia pare eliminar la suciedad y los restos de óxido. Hemos hablado también de los diferentes métodos de chorreado que podemos aplicar en nuestras instalaciones pero, hasta el momento no habíamos hecho ninguna referencia directa a los diferentes productos abrasivos que pueden emplearse en estos procesos.

El neófito en este campo, cuando escucha hablar del chorreado de arena o de los granallados de metales en Valencia suele pensar que el método consiste en lanzar finas partículas de arena común sobre la superficie que hay que limpiar.  Y, de hecho, en sus orígenes, puede que se realizara de este modo pero hubo dos factores que obligaron a buscar otros materiales que pudieran sustituir a la arena en el proceso.

De una parte, en ocasiones se necesitan abrasivos más blandos, y también más duros, que la fina arena, bien porque la pintura a retirar salga con más facilidad, bien porque la superficie a granallar sea menos resistente (plásticos, madera…), o porque se requiera un acabado más granulado.

En segundo lugar, buena parte de las arenas comunes están compuestas de sílice, un elemento químico que, al separarse de la arena y quedar suspendido en el aire produce una grave enfermedad de las vías respiratorias a quien lo inhale: La silicosis.

Por estos motivos en los procesos de chorreado, en las empresas como Decamer podemos emplear diferentes substancias abrasivas como granallas cerámicas, metálicas o plásticas, microesferas de vidrio, corindón blanco o micropartículas de cáscara de nuez o almendra… Cada uno de ellos con usos diferentes de los que podemos hablarte en el futuro.