Uno de los métodos que empleamos en nuestra empresa para el tratamiento de superficies en Valencia es el chorreado o chorro de arena, que sirve en múltiples sectores como el automovilístico, para eliminar todo tipo de partículas de los chasis de los coches, o el textil para hacer determinadas texturas en vaqueros, entre otros.

Pero hoy en Decamer queremos hablar de las medidas de seguridad que adoptamos en nuestra empresa cuando nuestros trabajadores tienen que emplear el chorro de arena, que se debe hacer en primer lugar al aire libre o en su defecto en salas de chorreado o en cabinas especiales.

Y es que durante la realización de este tipo de trabajos, la arena se fragmenta en partículas muy finas, liberándose al ambiente polvo de sílice cristalina, que está formado en una gran proporción por partículas de tamaños que corresponden a lo que se denomina “fracción respirable” y que, pese a no ser visibles al ojo humano, pueden generar graves daños en los pulmones. No entraremos en más detalles, porque basta con citar algunas enfermedades que provoca para darnos cuenta de la importante de tomar todas las medidas de seguridad posibles, porque puede provocar silicosis, tuberculosis, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), así como daños en la piel y en los ojos.

Así las cosas, para realizar este tratamiento de superficies en Valencia es fundamental contar con una sala con un sistema de ventilación que permita el suministro de aire limpio y, por supuesto, que los trabajadores estén perfectamente protegidos de pies a cabeza para que no puedan entrar en contacto en ningún momento del proceso con el polvo de sílice.